En el apasionante mundo de las transacciones inmobiliarias, surgirán ocasiones en las que un comprador y un vendedor se enfrenten a una situación inesperada: una derrama. La pregunta que surge de inmediato es: ¿quién debe asumir los costos asociados a esta eventualidad? En este artículo, exploraremos las responsabilidades y los derechos de ambas partes involucradas en una compraventa de inmuebles, con el fin de brindar claridad sobre este tema tan relevante en el sector.
El escenario de la derrama:
Una derrama es una circunstancia particular que puede presentarse cuando los propietarios de una vivienda se ven obligados a realizar mejoras o reparaciones en las áreas comunes del edificio. Estos trabajos, generalmente necesarios para mantener la habitabilidad y la calidad de vida en el lugar, pueden estar relacionados con el saneamiento, el sistema eléctrico, la fachada, los ascensores u otros elementos compartidos. Es crucial comprender que las derramas no son responsabilidad directa del comprador ni del vendedor, sino más bien de la comunidad de propietarios en su conjunto.
La ley de propiedad horizontal y las derramas:
La legislación vigente en materia de propiedad horizontal, en la mayoría de los países, establece que los gastos derivados de las derramas deben ser sufragados por todos los propietarios de manera proporcional a sus cuotas de participación. En este sentido, cuando se lleva a cabo una compraventa de un inmueble, el vendedor deberá informar al comprador sobre la existencia de derramas pendientes y su situación económica actual.
La relevancia de la información previa:
Es fundamental que el comprador tenga conocimiento pleno de cualquier derrama antes de formalizar la compraventa. Esto se logra a través de la figura del certificado de deudas de la comunidad, un documento que detalla los pagos pendientes y las deudas existentes por parte del vendedor. Asimismo, se recomienda que el comprador realice una revisión minuciosa de los estatutos de la comunidad y las actas de las juntas de propietarios para conocer posibles proyectos de derramas futuras.
Negociación y acuerdo entre comprador y vendedor:
Si bien el vendedor no está obligado a asumir el coste de la derrama, es posible que, durante el proceso de negociación, ambas partes lleguen a un acuerdo en el que el vendedor decida compensar una parte o la totalidad de la derrama. Este tipo de acuerdos se basan en el interés mutuo de cerrar la operación de manera exitosa y pueden incluir descuentos en el precio de venta o acuerdos de pagos escalonados.
Conclusiones:
En una compraventa de inmuebles, la responsabilidad de las derramas recae sobre la comunidad de propietarios en su conjunto, quienes deben asumir los costos de las mejoras o reparaciones en áreas comunes. No obstante, es crucial que el comprador esté debidamente informado sobre la existencia de derramas pendientes y su situación económica antes de cerrar el trato. La transparencia y la negociación entre las partes pueden dar lugar a acuerdos favorables que faciliten la transacción inmobiliaria.